lunes, 6 de julio de 2009

La naturaleza llega al museo (de arte) - Crítica de Equinus Equestris

Equinus Equestris, obras de Luis F. Benedit. Curadora invitada: Patricia Rizzo. MALBA. Exposición temporal desde el 15 de mayo hasta el 27 de julio.

Espejos, acuarela, plomo, huesos, plantas, son algunos de los materiales que podemos encontrar en Equinus Equestris, una muestra de creaciones del artista argentino Luis Benedit. Si uno considera el título de la muestra, cuando entra a la Sala 3 del MALBA espera encontrarse con una exposición dedicada a caballos y a la vida ecuestre. De cierto modo eso es lo que puede hallar pero no se limita a esto. Es más que “(…) el caballo visto como un animal político y como arma de conquista”, como dice la palabra de la curadora en una de las paredes de la sala. Hay un aditivo: es una muestra acerca del animal y la naturaleza sometidos al hombre.

Todos los elementos antes mencionados se fusionan en la obra para producir una reflexión acerca de la naturaleza, de lo que ella nos brinda y de las posibilidades que tiene el hombre de modificarla. Esta muestra expone la susceptibilidad de lo natural, desde los materiales usados y los estudios hechos sobre ella.

Al ingresar encontramos una serie de espejos que plantean un estudio sobre la fisonomía del caballo, un estudio anatómico expuesto en un museo de arte. Estarán aquellos que, aún encontrándose en el siglo XXI, siguen lamentándose por el aura de la obra de arte. Seguramente quedarían espantados al ver no solo ese estudio anatómico sino el uso que Benedit hace de los huesos de animales y la exposición de una instalación a modo de invernadero llamada Fitotrón.

Sin embargo aquellos espantados quedarán deleitados con dos series de acuarelas. Una de ellas consta de cuatro retratos dentro de un cuadro. La otra serie expone elementos naturales (huevos, meteoritos, rocas) realizados con pintura al agua. No se puede negar que, tanto estas series como las esculturas de perros o las sillas hechas con huesos, están realizadas con gran talento y enorme cuidado de los detalles.

Para la curadora de la muestra Patricia Rizzo la motivación de Benedit se encuentra en la cultura ecuestre. Este intento de tratar de ponerle una rúbrica a lo expuesto en la exposición le otorga una interpretación determinada al espectador, en donde quizá no pueda ubicar una obra como Fitotrón. Pero si la exhibición busca mostrar una nueva forma de hacer arte con la naturaleza (y no sólo imitándola), el objetivo está logrado.

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